Mauro Enrique Lopez Z.

Donde quedó tú presumir

Pensabas que porque andabas en auto 

de lujo y traje elegante, hasta tu 

amante se creía la buena pomada, 

y toda la vida iba a presumir de riqueza. 

Yo sencillo desde lejos miraba tu 

presumir.

 Cómo es la vida, que torres 

más alta se saben caer mientras, 

yo seguía mi camino construyendo 

mi humildad.

 No sé que pasó con 

tu diario vivir, que no presumes tu 

elegancia; hasta tu noviesito lo veo 

caminar en la misma avenida que lo 

hago yo. Pero siempre le ruego a mi 

Dios, que nunca me abandone que 

siempre me mantenga en mi forma 

de ser y, felíz, tener paz en mi corazón.