jesus alberto porras

EL HUERTO

 

Muchachita bonita,
en eterna primavera,
cual pétalo aterciopelado,
la piel de la muchacha bonita.

En el jardín adorna la rosa,
y en la casa, la doncella,
hermosa cual fragancia de primavera,
despide su aroma en el hogar.

Humilde caballero que suspira
al verla pasar con sus vestidos de colores;
la fragancia en este huerto
de amores inciertos.

Eres la muchacha encantadora,
doncella de la primavera,
huerto de fruto codiciable.

Cada suspirar llega a la vid,
donde embriaga el huerto,
se pierde la razón,
y este cuerpo, sediento de amor.

Frágil eres,
pero fuerte en tu caminar.
Dejas huella al pasar,
sellado este corazón con un suspiro.

Con cada beso,
transportando al más grande amor.