FALSA PAZ
¡Se acabó! Por fin…
Ha terminado la guerra
entre ella y yo.
¡Ha estallado la paz!
Llegó la hora de curar heridas
y de sacar conclusiones.
No me considero vencedor, si, derrotado.
Y creo que ella… pensará igual que yo.
Pero… le deseo toda la felicidad del mundo.
Por lo que a mi concierne… intentaré
amoldarme, reconstruir mi vida, aunque…
ya nada volverá a ser lo mismo sin ella.
Fue bonito mientras duró,
a pesar de las interminables
escaramuzas y batallas severas.
Días tristes y nublados, en los que
cualquier tregua, iluminaba de nuevo,
el opaco y turbulento horizonte.
A pesar del continuo sufrimiento… podría
decirse que me acostumbré a él, era el precio
a pagar, por la efímera y ocasional felicidad.
No se ahora… que va a ser de mí.
Si sé, que continuaré peleando y luchando,
esta vez… contra mis propios principios.
Seré yo, mi más encarnizado enemigo,
al que atacaré con dureza y sin pausa,
sin descanso y sin tregua, diariamente.
Le reprocharé no haber sabido
administrar y valorar, este goteo
discontinuo de momentánea felicidad.
¿No quería paz?
¡Pues aquí la tengo, ahora!
Pero… preferiría seguir en guerra.
Pues esta paz, es una FALSA PAZ.
Una paz que me hunde más si cabe,
en este universo de absoluta soledad.