En la ciudad de sombras y luces,
vive un indigente, sin más cruces.
Su vida es un libro de páginas rotas,
donde cada día es una nueva derrota.
Bajo el puente, su hogar improvisado,
el frío y la lluvia son su legado.
Cada amanecer es una lucha constante,
contra el hambre, el miedo, y el semblante.
Las miradas esquivas, los gestos de desprecio,
son dagas que hieren, sin ningún receso.
Busca en la basura restos de esperanza,
pero encuentra solo la cruel balanza.
Un día fue alguien, con sueños y metas,
ahora es un nombre que nadie respeta.
Las fatalidades lo han marcado a fuego,
en un mundo que sigue, sin ningún ruego.
La enfermedad lo acecha, la muerte lo ronda,
en cada esquina, en cada onda.
Pero aun en su miseria, en su desdicha,
hay un rayo de sol que su alma cobija.
Gonci