Lo ve todo. No es ciego, el amor.
Me mira con sus grandes ojos negros,
Se detiene en las arrugas de mi rostro,
Como si contara uno a uno los surcos.
No los que están marcados, sino los que aún faltan.
Se desnuda sin prisa y se monta en mi lecho,
El amor sediento, hambriento y ansioso.
Busca el manantial para calmar su sed.
El bocado dulce para mitigar su hambre.
la carne que tirita para consolar sus ansias.
El amor mira y ve que no hay futuro.
Que es inútil empezar cuando el camino es corto.
Lo ve todo. Mira con la razón, no con el corazón.
Yo lo he visto mirar, reír y llorar. El amor lo ve todo.
Solamente nunca ve, nunca vio que… no es amor.