Salva Carrion

En un jardín donde el Sol su luz reposa

En un jardín donde el Sol su luz reposa,

las flores confiesan secretos de amor,

cada pétalo guarda un color en prosa,

latidos de un querer, de un hondo fervor.

 

Las rosas muestran su rocío encendido,

un hechizo de pasiones y de abrazos,

mientras el lirio blanco, puro y querido,

refleja el sosiego de los tiernos lazos.

 

El jazmín, en la noche, perfuma el aire,

sus aromas, ecos de viejas promesas,

lanza al anochecer un gentil donaire,

y se enredan los sueños y las sorpresas.

 

Las margaritas juegan, todas modestas,

entre la hierba donde el desear florece

con sus aquenios dorados, ¡qué coquetas!;

entre soplos del aire, el alma se mece.

 

En el vergel reviven hondos suspiros,

brotan claveles que nunca se marchitan,

con cada latido, con cada respiro,

las flores y los amores resucitan.

 

Sois bellezas del adorno, del aliento,

miradas que nacen y a veces se apagan,

y vuelven a enamorarse como el viento,

de primavera que el corazón halaga.