Otra vez, otra vez
eres tú, como siempre
frente a ti, empapado
de ese sudor frio,
trágico, amargo
y sin divisar la salida, asustado,
tan solo como se puede estar.
Derrotado en perseguir, la absurda
esperanza, sin tolerar
tu soledad, no hay
nada más, te preguntas.
Otra vez, otra vez
con tu pensar, pesar,
inútil si habita la confusión