En aquella casa pequeña
donde siempre lucia el sol,
el amor florecía
en alas de la pasión,
y fue allí con el paso del tiempo
donde nos hicimos mayores los dos,
La casa sigue pequeña
pero en ella
no ha dejado de entrar el sol,
hay frutos en el huerto
flores en el jarrón,
agua fresca en la fuente
y nidos en el balcón,
de aves amorosas
que se quieren como tú y yo,
hoy en el jardín
se oye reír a los nietos
con sus joviales voces,
dándo vida a nuestras añosas almas
y alegrándonos el corazón,
la vida es corta, vívela
sin maldad ni rencor.
aprovechemos lo que el destino
en su día nos regaló...
Elena©