Cuelga tú primero, cari.
No cielo, cuelga tú antes que si no me voy a sentir mal.
Es que si cuelgo yo primero, no podré dormir, soñando que le sigues susurrando a un pitido.
Ya, pero si no cuelgas tú primera, creeré que soy un bellaco que te deja con el beso en los labios.
Venga micorazón de mis entrañas, que me queda un dos y medio de batería y si se me apaga el teléfono contigo al habla no me lo perdonaré en la vida.
No me digas eso mi vida de mi alma. Vamos a hacer una una cosa, mejor colgamos los dos a la misma vez y así no sufriremos.
Vale churricuqui, pero antes de colgar, ya sabes.
Claro que sí terroncito de mis entretelas. Vamos... tres, dos, uno...
(Los dos a la vez) Tu amor me ilumina como el minero a la mina, te adoro como la vaca al toro. (Cuelgan al unísono)...
A la mañana siguiente, los encontraron a los dos colgados; él, de luna; ella, de un arcoíris.