Es momento de seguir.
De caminar,
sobre estos desacostumbrados pies
para alejarme de ti
y valerme por mí mismo.
Cierra tus ojos.
Abriré los míos.
Quisiera ver como soy siendo sin ti.
Porque aunque no lo creas,
muy, muy debajo de estas inanimadas pieles tuyas
-tuyas, como duras escamas de mármol-
todavía tengo piel propia ávida de sentir.
Es momento de seguir.
De caminar,
sobre estos desacostumbrados pies
para dejarte atrás.
Es tiempo, ya,
de que crezcan árboles
de la leña caída.