Gustavo Echegaray

Linaje

Vengo del vientre del terrón,

de la entraña fecunda

de la tierra y sus cantos antiguos.

 

Vengo de las chacras,

donde cada grano de polvo

es una chispa de vida,

la semilla dormida

esperando el abrazo del agua.

 

Vengo del sabor de la llapana,

que arrastra en su memoria

los secretos del río,

la piel de las montañas.

 

Vengo de ese barro noble,

que en su humildad oculta

la fuerza que sostiene el mundo.

 

Vengo de la flor lila y blanca

que en las matas del pallar

explota en un grito contenido,

entregando desde la tierra

blanco pan para las mesas.

 

Vengo del rubor encendido

de los mangos cadenciosos,

nacidos en la caricia del sol,

y en el candil del verano

se deslizan con dulzura,

como el amor dado en besos.

 

Vengo del aroma profundo

de las parras de quebranta,

de su esencia dulce,

de su licor ardiente,

que transforma las noches

y en su jugo, mi pueblo

se embriaga de vida,

se embriaga de alegría.