Río Aqueronte
Cuenta la historia entre mitos y leyendas de miedos, espantos y oscuridades
Del río tenebroso del inframundo, en sus abismos escalofriantes en sus profundidades
Río de la miseria y del dolor, de turbulencias y crueldades
Tenebroso y espeluznante, del sufrimiento, del ego y sus vanidades
Río Aqueronte del odio y del olvido, del lamento y sus maldades
Río de aguas de fuego ardiente, que azotan huracanes, vientos y tempestades
Río de la miseria y de la muerte lúgubre, de tinieblas, de soberbias y barbaridades
De las mazmorras del averno, del desconsuelo entre sombras de las oscuras inmensidades
Cuenta la leyenda, que las almas de los difuntos después de la muerte con sus llantos y sufrimientos
Eran transportadas por el barquero siniestro Caronte, sin dolor, ni sentimientos
Timonel y barca, atiborrada de almas, navegaba por el río con las olas inmensas de sus remordimientos
Viaje inevitable del destino triste y lóbrego, entre penumbras y tormentos
Viaje al reino invisible de las tinieblas, sin confesión, ni perdones en sus arrepentimientos
Barquero que amenazaba con su trinche hirviente a las almas con lenguas de fuego de misterios y encantamientos
Río Aqueronte, que lleva sus aguas siniestras al puerto y muelle de su desembarcadero
Y allí en las puertas del infierno, salen llamaradas de fuego por la rendija de un oscuro agujero
En silencio, espera que bajen de la barca las almas, un feroz, escalofriante y temible portero
Es el perro cerbero, monstruo de tres cabezas y cola de serpiente venenosa en su trasero
Fiera infernal indomable e indescriptible, de cadenas de fuego de las tinieblas del orco su prisionero
Perro tenebroso de ladridos de ultratumba, de babazas de sangre, del barquero su heredero
Esperaba las sufridas almas con sus colmillos de mordidas letales, como desprende la piel el carnicero
Perro cerbero, que hacía sonar las cadenas de fuego, como servil del tártaro carcelero
Las almas de los difuntos viajaban por el río Aqueronte, en silencio de soledades rigurosas
Al mando del barquero Caronte, de miradas de fuego, atemorizantes, siniestras y rigurosas
Barca que se estremecía con el oleaje de olas inmensas, espeluznante y tenebrosas
Noche de soledades, de penumbras, de miedos y terrores angustiosas
Viaje por el río de sangre, hacia las lenguas de fuegos ardientes, temibles y calurosas
Viaje que termina en las puertas del infierno, del desembarcadero de aullidos horrorosas
Leyenda de voces de ultratumba, alucinantes, de torturas y suplicios, de sufrimientos y desazón, de ventarrones, de aires y sombras siniestras supersticiosas.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga sep. 03-2024