Tus colochos se mueven como el viento en el mar, café profundo en tus ojos, reflejo de algo más precioso, algo tan precioso como tu alma y tu vibra.
La tierra vive en tu piel canela y en cada gesto tuyo se esconde una historia. No necesitas palabras para contar lo que sientes, tus ojos hablan más que mil palabras, ese bosque en otoño qué se puede admirar en tus ojos transmiten una paz que solo el café más oscuro conoce. Eres una belleza que no necesita adornos, porque tu esencia es lo que resalta más fuerte en ti.