Brujas asechan esquinas, las hienas devoran con rumores otras tantas bestias deambulan buscando apareamiento, han olvidado un duelo como si fuese simulacro al derrumbe.
Creciente la hipocresía, escasa flourecencia de charlas, sometidas energías... Blanquioscuras.
Hacen de mi sueño un imparable de locuras; desde que estás allí hasta que te vas, hasta que te retengo, hasta que solo bajas y no te veo.
Años de figurada hermandad volcados en un cuento amargo, bien o mal logrado, con miles de finales, todo depende de aquellas brujas acechando mientras sigue buscando serpientes en su propia garganta.
Roguemos por la eclosión de lo real, la paz.