FRANCISCO CARRILLO

ENVENENADO.

Entre puertas del averno

por pasillos encontrados

me perdí, por descuidado

en los mares del infierno.

 

Por los bosques del pecado

y desiertos de mentiras,

ando buscando salida

para huir de mis espantos.

 

Que en las grutas de avaricia

y cascadas de maldades,

quise ocultar mis verdades

tapadas por las mentiras.

 

Y ellas en mi, renacen

en manantiales de ira,

con mas fuerza aún que antes

mis pecados, cobran vida.

 

Dejé mi vida perdida

por tener miedo a luchar,

o por no aprovechar

lo que tanto me decían.

 

Ahora, tienen mis venas

el veneno de la droga,

y mi cuerpo me lo implora

para el calmar de mis penas.

 

Me perdí por esos bosques

en pasillos de un infierno,

por las grutas del averno

y cascadas de dolores.

 

Una vida que se apaga

por tomar de ese veneno,

un hombre que pasa el tiempo

consumido por las ganas.

 

Estoy perdido, en un mundo

del que no tengo salida,

tengo marcada mi vida

del veneno mas profundo.

 

Y muero, viendo los días

como pasan sin remedio,

aunque quiero escapar pierdo

la ilusión que antes tenía.

 

Y perdido, por veneno

por angustia y ansiedad,

noto como me muero

porque no puedo luchar.