José Fas Fonfría

EL SOL SALE TODOS LOS DÍAS.

EL SOL SALE TODOS LOS DÍAS

Como os lo podría decir,
de qué forma os lo podría explicar.
Necesitaría un mundo, más que un mundo,
para poderos transmitir mis pensamientos.


Contaros, explicaros lo que siento, lo que vivo,
haceros partícipes de mis preocupaciones.
Contar al mundo lo que es mi vida diaria
en soledad, en la más triste y oscura soledad.


Aunque… por otro lado,
¿Para qué contarlo?
¿Para qué os riais de mí?
¿Para qué me compadezcáis?
¡Nada de eso! Ni soy un payaso,
ni necesito la compasión de nadie.


Tengo mi orgullo, mi dignidad,
la que me prohíbe mendigar
consuelo o apoyo a mis congéneres.
Si pierdo el orgullo o la dignidad…
¿Qué me queda? Si esto ocurriera…
¡Mejor pegarse un tiro!


Aunque… quizá también en esto…
esté equivocado, quizá no debiera
ser tan obstinado y ser más sociable,
más comunicativo con mi entorno.


No pensar en que… dos y dos
son cinco, cuando todo el mundo,
incluyéndome yo…
sabemos que son cuatro.


Si os lo cuento, es para que no cometáis
los mismos errores que yo.
Yo sé lo que hay que hacer,
otra cosa es querer, o saber hacerlo.


Si estos pensamientos le sirven a alguien…
me sentiré pagado, curado y agradecido.
Tened en cuenta que el sol sale todos los días
para todos, y que no es propiedad de nadie.