En cada bar hay seis miradas,
una por esquina superada,
todas ajenas a todas...
Allá cada cual con sus vidas y sus neuras...
Qué más dará si al final
somos polvo en la nada,
la risa de la existencia,
el vasallo de la eternidad
y la vergüenza de todos los tics-tacs acumulados.
Somos Sabina y Aute
en un paisaje de La Comarca;
somos el estruendo que produce el silencio de la fecundación,
un alfiler en los anillos de Saturno,
un experimento desestimado
en un laboratorio de alquiler,
una extinción provocada,
una moraleja en un cuento de fábula.
RBP (23/8/24 - 11:39)