Yeshuapoemario

Ante él se escribió un libro para recordar a los que temen a Jehová (Mal. 3:16).

 

En los pliegues del tiempo se escribe una historia,

de nombres, de luz y memoria.

Un libro sagrado, en los cielos guardado,

donde cada nombre es un susurro sagrado.

 

Desde Abel, el justo, hasta el último fiel,

cada uno inscrito.

Es el libro de la vida, el registro divino,

donde cada nombre es un destino.

 

Los que con amor y reverencia adoran,

los que en su corazón a Jehová atesoran,

en esas páginas eternas están anotados,

por sus actos de fe, por sus pasos alados.

 

No es solo un libro, es un jardín florecido,

donde cada nombre es un ser querido.

Es el rollo de la vida, donde todos esperan,

la promesa de un mañana, donde nadie muera.

 

En la tierra o en el cielo, la esperanza es la misma,

de estar en ese libro, es la más dulce enigma.

Por el sacrificio de un Hijo, por la gracia divina,

se abre la puerta, se ilumina la esquina.

 

Cultivemos esa relación, estrecha y sincera,

con Jehová, nuestro guía, la luz verdadera.

Que nuestro nombre en el libro esté escrito,

es el anhelo más puro, el deseo infinito.

 

Que la vida eterna sea nuestro camino,

y en el libro de la vida, encontrar nuestro destino.

Que cada nombre allí, sea un canto de amor,

una melodía celestial, un eterno resplandor.

 

Así, en la historia que los cielos narran,

en el libro especial, donde los nombres se amarran,

que el nuestro también, con fe y devoción,

esté inscrito allí, es nuestra oración.