Cuando me sabes a lavanda
Tus besos me saben a canela,
Tus brazos a neem
Y tu cuerpo a eucalipto.
Me sabes a las flores
Tatuadas en el alma
Cuando me sabes a recuerdo,
Con sones de marimbas
Y de danza negra;
Se me requiebra el pecho
Como orégano esparcido por el viento
Que perfuman el camino.
Y cuando te fuiste
Te retuve entre mis brazos,
Porque supe que te irías
Como vapor de manzanilla.