Suena el teléfono: 《hola Andy》
¿Qué tal estás?
Hacía tiempo que mi nariz
Provocaba su olvido
Y mis labios elevada rotonda.
¿Será que a las alas aún le quedará
Lombriz para su pico?
¿Será que lo festivo no es el fin
Y el tiempo desanda?
Es inevitable hacerse preguntas
Ante ese
¡riiing!
No sé porqué estoy tan preocupado
Por medir el verbo como si fuera
Una fanega que no alló
Beso en el estío.
La plática es cosa que me va
Aunque sea sin que refleje el cristal
Lo que mutuo obligan los ojos.
El otro lado me suena bien
Sin acordarme de que un día
El agua fue barro.
Todo pasa y suaviza, pensé: no hay
Mas que acordarse de los cielos
Cuando cabrean y al final
La Luna acurruca noche.
《hasta luego》
Seguiré llamando
Para preguntar por ti.
No sabía que una señora sola
Tenía que ver con el silencio
De un botón sin pinta labios.
No se me ocurre otra cosa
Que poner música, pero
Que esta no me arrastre
A la pregunta de Bécquer.
También me doy cuenta
Que ese número no le es ajeno
A la memoria, y eso me lleva
A pensar que es verdad
Que la luz curva ante un cuerpo.
Creo que las ondas le hacen
Saber a mis ganas que no
Muere el aire, que dormitar
Es una muerte que caduca.
Olvidar que la rama brota
Es borrar el canto de su falda.
《Riiing》
Huele a hoy,
Hoy añejo
De mañana.