Te buscaré en mil cuerpos
que toco y no los siento.
Es el viento
que trae a mí tus recuerdos.
Te buscaré en mil miradas,
que por más que intente adorarlas,
siempre vendrá a mí
tu mirada apasionada.
Te buscaré todos los días
hasta que pierda la vida,
y aunque no encuentre señal alguna,
miraré a la luna preguntándole por ti.
Te buscaré en mil manos,
aquellas de las cuales aún sigo atado,
perdidamente enamorado,
totalmente desesperado.
¿Por qué me has dejado?
Solo, triste y abandonado.
Tus recuerdos ya son pasado,
aquel pasado que no he olvidado.
Me besarán mil labios,
me tocarán mil manos,
me verán mil pupilas,
tendré mil relaciones.
Y en cada una de ellas intentaré buscarte,
en cada mísero intento voy a ahogarme
en el mar de tus recuerdos,
en el mar de tu cuerpo,
en el mar de tus ojos luceros.
Con la esperanza de renacer,
al menos así quisiera creer,
que por más que quiera,
ya no te volveré a ver.
Ya no te volveré a sentir,
nuestras almas se separarán,
ya no se encontrarán,
por más que se intenten recordar.