Tiempo yo digo que llevo
pero el tiempo me lleva a mi.
Igual siento que lo perdí
como agua me lo bebo.
Y pasa el tiempo y no vuelve
jamás él mismo vuelve a ser.
Y yo con tanto que hacer
a veces todo se revuelve.
Se revuelve, se enreda, se pierde,
pero al final tiempo vivido.
A veces creo que perdido
igual ni siquiera es mío.
El tiempo es el perfecto ladrón
que se lleva todo frente mío.
No le hace el calor, ni el frío
y no le importa un perdón.
Ni perdón, ni penitencia,
pretende ser un recuerdo.
Y jamás morir en vano
por eso pone resistencia.
No hay pasado tan lejano
porque no se es eterno.
Ni de la vida dueño
es el tiempo tan tirano.
Tan malvado, tan perverso,
tan presente, tan lejano.
Aún así le hago versos
que le escribo con mi mano.
Mano marcada de huellas
del pasado ya vivido.
Y al rebuscar un sentido
me pierdo entre las estrellas.
Entre ideas, entre sueños,
entre ruidos, entre gente.
Y voy contra corriente
el tiempo no tiene dueño.
Es libre como viento,
como pájaro, como nube.
Creí que un día lo sostuve
mas fue solo un pensamiento.