En tu mirada hallé el candor
que al verme siempre brotaba,
y en su brillo: mi amor,
como un suspiro, se quedaba.
Tu risa es como música
en mi ser,
un melifluo que no se apaga,
y en cada partitura, un renacer,
un sueño que a mi alma embriaga.
Porque es tu amor la razón
que en cada instante me halaga,
hace latir mi corazón,
y mi pasión sufraga.