Eres del mar, como ola, que me ataca con saña,
debo tener mi maña, pa que cabalgues sola.
Me montas, oh carola, cual sinuosa montaña,
que de pasión se baña, ¡concha de caracola!
Tu amor entre la bruma cuece brebajes buenos,
mágicos y serenos los derrama la espuma,
que hasta la tarde esfuma, revelando tus senos.
do me devano en cienos, por ver qué te perfuma.
Me perfuma tu aliento, con el beso exquisito,
que en un sagrado rito, me vuelve lluvia y viento,
y en sensual movimiento, recibo con un grito,
el elixir bendito que en mi vientre ya siento.
Esta danza, este juego, cabalgata absoluta;
alquimia que transmuta nuestros cuerpos en fuego,
para hallar el sosiego, perdidos en la ruta,
que comienza en mi gruta terminando en tu riego.
1ra. y 2da. estrofas: Tommy Duque
3ra. y 4ta. estrofas: María García (Marinena)