CORAZÓN NÁUFRAGO
Mi corazón, ha naufragado.
El cuerpo en que viaja
zozobró entre la tempestad
de un mundo cruel y sin sentido.
Mi corazón, curtido en más de
mil batallas, busca la playa
donde varar su peligrosa travesía,
y meditar en reposo su amor incierto.
Cual Robinson triste y solitario
aprovecha la paz de la playa desierta
y la sombra y frutos de los cocoteros,
para ordenar su resquebrajada vida.
No confía ya en un rescate inmediato.
Su GPS indica que no hay cercanos
barcos ni lanchas que puedan
acudir a salvarle del tedio incierto.
Desconfía también de cualquier acción
de búsqueda y ayuda de su entorno más
reciente, extrañado de su desaparición,
piensa incluso que nadie le echará en falta.
Se siente solo y abandonado,
no cree ser merecedor de la
extrañeza e ignorancia hacia él,
de sus círculos más cercanos.
Tendrá que volver a acostumbrarse
a la soledad de sus momentos no lejanos,
siente que el tiempo se le está acabando,
ni confía ya en ningún Viernes literario que
salga entre las palmeras para acompañarle.