Pasabas frente a mí, ondeaban sin cesar las ramas de los arboles
¡Inclusive tú! Fuiste tenue brisa que alocó mis sentidos
y llego hasta ti ese sentimiento arropado con el viento que chocaba tu cara
Y tu sonrisa tan tersa cuál pétalo de rosa floreció en ese momento
y la vida, y mis sentidos, y el sudor de mis manos, y la forma tuya de caminar, y tu esbelta figura
y tus cabellos oscuros y tu fragancia niña, tu fragancia! Y aquella flor en tu pecho que acentuaba aún más mis emociones
y caí rendido a ti, convirtiéndolo todo en el más maravilloso momento que mi alma, mi ser, y mis ganas hayan sentido
y todo, todo, todo, se convirtió en prodigiosa MAGIA, oh niña de mis ojos!