¡Agua por favor!
Con este calor de sofoco
que seca el pensamiento
a nadie tiene contento,
al dios de la lluvia invoco,
que derrame sobre el suelo
ese preciado líquido incoloro
que ahora vale más que el oro
y nos sirva de consuelo.
Cuando caiga la tarde
el sol trasponga el horizonte
por allende aquel monte
y la brisa haga alarde,
disfrutaré del fresquito
con sumo deleite y placer
que me hace satisfacer
del clima un poquito.
Antonio Reina Moreno 16/08/2024