Andando por el páramo,
El caballero va,
Largas melenas,
De dorado color,
Peina el aire,
Con recortada,
Y cuidada barba,
Que luce elegancia,
Y un buen postor,
Para una dama,
De bien,
Elegante, y hermosa,
Que durante el camino,
No ve,
Más tarde,
Tal vez,
Pasando un bosque,
Por un prado pasa,
Alguien su atención, llamó,
Próximo a un sendero,
Una imagen,
La vista le cegó,
Una diosa linda,
Hermosa y bella,
En la lontananza, observó,
El caballero,
Inmóvil se queda,
Un flechazo le sujeta,
Ante tal belleza,
Una mujer,
Hermosa y bella,
Protegida por el prado,
Acariciada por el sol
Y el roció de la mañana,
Allí estaba la dama,
Cuando moverse pudo,
El caballero se acerco,
La dama cuenta se dio,
Y a su lado lo encontró,
Las miradas, se cruzaron,
Y un largo rato pasó,
Cuando entre ellos,
Un amor floreció,
Tan grande,
Como el mismo sol,
Sus manos, se juntaron,
Y el sendero,
Juntos caminaron,
Cupido su trabajo realizó,
Y una familia formó.