No dicen tus palabras
que estés arrepentido.
Tampoco es necesario,
ambos estamos sufriendo
lo que el destino fue.
Fueron duras palabras
que no me merecía,
si tuve alguna culpa
por ella ya cumplí.
Si hoy he regresado,
dicha está la respuesta.
No hay que empezar de nuevo,
sería olvidar.
Los perros ya te esperan;
la música te llama;
la puerta está entreabierta,
solo falta tu piel...