Soponcio

Apacibles tardes de otoños

Apacibles tardes de otoños vividos,

cuando las nueces caen sobre la hierba

produciendo un sordo sonido,

y los rayos del sol

más oblicuos, rozan la tierra

apenas se nota el tiempo pasar.

Las ramas del árbol

pierden sus hojas, asemejando

patéticos brazos, que claman al cielo

con lamentos y ruegos

la desnudez de su cuerpo.

Extraña belleza,

apenas se nota  pasar el tiempo,

la frescura del viento

en la cálida tarde,

de suave muerte saciada,

contenida de vida, serena.

Conjunto de ocres colores,

quebrantos anaranjados,

implorantes verdes aislados

que relajan la mirada,

apenas se nota pasar el tiempo.

Silente otoño,

aspira serenidad, concilia su sueño,

éxtasis de fragancias y aromas,

a maderas, humo de chimenea

de tierras húmedas, labradas

a manzanas, a castañas asadas…

Calma natural, quietud,

percibe sosiego, descubre el silencio

alivia el ruido interior,

apenas se nota el tiempo.

Marchita y debilitada,

desfallecida plenitud otoñal,

recuerdos de tardes

en los huertos, en las casas,

en las calles del pueblo,

¡qué paz!

apenas se nota el pasar del tiempo.