Corazón de guitarra, sereno y transformado,
coherente en una vigilia temporal y ecléctica,
a mis pequeñas cuerdas de sueños azulados,
pequeños cíclopes de una locuaz fonética.
Guitarra que ampara tus estrellas amadas,
discurso de soles, de fermento en tormento,
es tu ausencia una válvula de tu aliento,
es mi guitarra la voz de generaciones pasadas.
Angustia de madera que flota en la memoria,
concierto de guitarra que engendra una victoria
triste en invierno, y aún es guitarra soñada.
Infinidad de ideas que vuelan al cielo, afortunadas,
¡Oh mundos dactilares que marcan la historia!
mundos que van aferrados a tu alma endulzada.