Admirando la capacidad del ser,
de enamorarse de una parada de autobús,
de la pared trasera que todos escriben,
ensucian e inscriben parte de su historia,
quiero ser leído hoy, aunque sea sin atención,
respetando a los de otra opinión,
dueños de su compañía,
un perro, un gato, la tía,
y un amor en el teclado,
que le moja el pantalón,
que le roba los minutos,
las horas, la columna vertebral,
virtualmente apasionado,
de la primera impresión,
cual diario de Cristobal Colón,
que nos enseña el verde de las indias,
escondiendo entre sus páginas,
motivos de andares, las riquezas,
que como vampiros desangraron,
y enseñaron a otros a saquear,
nunca encontré un tesoro por las calles,
ni un amor disponible sin un trauma incurable,
ni un canino de raza pura sin dueño,
y eso que ni mi mirada con lente,
que ve mas que mucha gente,
me ha podido certificar...
y aprendí que la primera impresión,
es un engaño de plegable,
la piadosa de un catálogo,
la mentira del más sincero,
que de corazón abierto nace,
del amor alguna complicación,
y en un pecho de gimnacio,
los músculos protegen mejor al corazón.
Admirando la capacidad del ser,
de enamorarse hasta de un reloj pulsera,
el amor que se lee,
el más bello, que se siente, pero no se vé no ayuda,
a evitar que mil mentes que no conoces,
tu privacidad secuestren, a tu alma confiada e inocente,
ante la culpa de las mil miradas desconocidas,
con tan solo dar sincero amor,
a alguien que nunca has visto,
que si es perfecto y tan listo,
porque va a un lugar virtual a venderse,
siendo el mundo un bien mayor...
a veces no comprendo,
porque a veces, la soledad
te lleva el azufre que se sufre...
profundamente con las superficialidades,
de una simple decisión,
primero debemos estudiar,
el manual de la educación virtual..
capítulo... protegerse ...