D. Méndez

INCONCLUSO 3

lo nuestro era tan claro, sin sombras de duda,
pero ahora veo que solo éramos dos almas perdidas.

Rompiste el lazo, querías algo más,
bueno, vete con otras almas, con otros cuerpos.
Yo te di mi amor, mi corazón sin reservas,
pero el encanto se rompió, ¿a quién culpas?

Ve, que esas almas no estarán cuando te arrepientas,
cuando el vacío llene el espacio que dejé.