El Corbán

PAYASO TRISTE

En la calle vacía, lo encontré de repente,

Un payaso sin risas, su semblante doliente,

Con los ojos cansados, sin brillo ni fe,

Era un alma perdida, como la mía, tal vez.

 

Su traje viejo, rasgado, de colores marchitos,

Reflejaba el otoño de sus sueños malditos,

Caminaba en silencio, con la cabeza baja,

Como quien ha perdido la batalla más baja.

 

No había en su rostro ni rastro de vida,

La alegría se esfumó, la esperanza se olvida,

Y en su andar errante, en su tristeza pura,

Vi mi alma reflejada en su amargura.

 

Oh, payaso, qué triste es verte así,

Como un espejo que se burla de mí,

Sin sonrisas, sin luz, sin ganas de amar,

En la pobreza del alma, juntos vamos a andar.

 

Quizás en tu miseria, hallé mi verdad,

Que somos dos sombras sin paz, sin piedad,

Unidos en la pena, en la fría desdicha,

Eres mi reflejo, mi alma deshecha.