Somos problemas imposibles, mi amor,
por desbordar los excesos,
al estallar desde adentro,
con amplificación…
silente.
Somos problemas imposibles, se siente,
la creciente bruma de pasión
que consume el centro,
vibrando a besos…
cálido sopor.
Magnificando
con ternura,
creciendo su delicadeza,
con la floritura de una mirada,
siendo esta mirada un predicamento contumaz.
Simplificando
la premura;
amamos sin sutilezas, ¿verdad?
pues somos fuerza extrapolada,
vibrando con otra incógnita más.