Yo aquí te espero, como siempre.
Me imagino tu silueta a lo lejos
y siento mi pecho agitarse.
Mis pies me llevan hacia tu encuentro.
Y puedo percibir tu perfume,
sentir la fuerza de tu abrazo,
la tibieza de tu rostro
y hasta escucho tu voz.
Bendita o maldita imaginación
que solo viene a despertar fragmentos de ilusiones que
ya están por perecer.
Está tan lejana de la realidad,
tan lejana como tu regreso
Tan loca y absurda como decir
que moriré de tristeza porque no volverás.
Porque sigo aquí existiendo,
viviendo en esta pesadilla que llamamos realidad.