Ven y te escucho, pero acepta que tienes que hablar, respira, sácatelo de adentro.
Ven que te escucho, quiero conocer tus demonios, quiero sentir tus ruidos, saludar a tus miedos, ven que los quiero a todos conocer y también agradecer.
Ven, acércate, no tengas temor de dejarte ver, cuéntamelo todo o mantente en silencio pero ven, no te quedes solo, siente mi presencia, permíteme estar y permítete ser.
No evites la tormenta, bailemos bajo la lluvia, olvida el paraguas, acércate y conversa.
Te quiero escuchar aunque solo sean quejas, pero nunca te guardes pensamientos que pesan, ven que te escucho sin criticas, censuras u opiniones ajenas.
Soy toda oídos, corazón, esperanzas y mirada sincera.
Ven que te escucho.