Querido diario:
La vi pasar en los jardines de Ferdinand Bac, con una hermosa vestimenta de color carmín, su dulzura y elegancia al pasar, su mirada se le veía canción, amor y dicha, belleza que volaba en cada viento, sus satisfacción lo hacia con anhelo, y ella solo caminaba a los arboles del álamo, para rezarle al pasado, y sonreírle al futuro que toda pena se ha acabado; Querida doncella déjame seguir siendo tu amiga, para poder deleitarte canciones mías; Oh! bella doncella tu risa risueña, hace que los arboles del álamo canten al viaje del pasado, y rían al futuro, su dicha y valiosa belleza sera prometida a la bella doncella que reza en los jardines encantados, sentada debajo de las hojas del álamo.
Oh! Querido diario, mis sueños tendrán significado, porque hoy en día el destino se ha multiplicado.