José de Jesús Camacho Medina

El susurro de las begonias

Cuando me habla de sus plantas;
mi madre zurce cantos
y yo esquivo mi ruido
y alcanzo a escuchar el susurro de las begonias.

En cada esquina de su patio hay un milagro
y mi madre esculpe abrazos con su voz
y yo me convierto en caracol.

Entonces transito por las poéticas pendientes de la bugambilia
y deambulo por las lomas de la espada de San Jorge
en mi, resuena el eco de la malva,
la pata de elefante y la uña de la curra
y veo en el cóleo un conjuro para la incertidumbre.

Solo mi madre sabe darme esa quietud e intuir los sueños del geranio, solo mi madre sabe tender puentes hacia la verdad.