jvnavarro
DIARIO DE VERANO LXVII ( A LA LUNA QUE ME ABRAZA)
Por ti me jugué la luna
y la perdí
en una partida de cartas,
dejé caer la sota
y el rey le ganaba.
Todo iba bien,
pasaba,
que de vez en cuando
la luna
el ojo me guiñaba
y tú dale que dale
pensabas
que yo de ella
estaba enamorado
hasta las trancas
y mira por donde
la luna me suplicaba
que no te dejara.
Y perdí la partida
y en ella me jugaba
un cuarto creciente,
un menguante
y de pasada
de todo un poco,
una taza de chocolate
bien por dentro impregnada,
de esa mirada
tan tierna y clara
que tu luna tienes,
cuando la noche te abraza.