Te juro que lo intento, desesperadamente,
envejecer a tu lado, al mismo ritmo que tú.
Mi cuerpo, como una vela, se consume lentamente,
arrojando sombras de un pasado lejano.
Las fuerzas me abandonan, mi cabeza se aferra
desesperadamente a la juventud,
mientras mi corazón, una llama inextinguible,
se rebela ante la vejez.
Lo intento, te juro que sí,
pero tan solo con tener el calor de tu cuerpo junto al mío
despertar junto a ti, cada amanecer,
una chispa se enciende en mi ser.
El aroma del café, dulce como tu sonrisa,
se mezcla con el aroma de tu piel.
Cuando te observo con el pelo alterado,
tus ojos aún somnolientos, brillando como estrellas
mi corazón, joven, vuelve a latir con fuerza.
Y aunque lo intento, sé que no puede ser,
mi corazón, un volcán en erupción,
anhela la lava de tu pasión.
Mi corazón, joven aún, anhela tu pasión.
Y aunque respeto el paso del tiempo,
mi deseo te busca, incansable,
en cada arruga, en cada cana.
Y aunque el tiempo nos separa, segundo a segundo,
mi amor por ti se expande, como el universo.
Sé que la vida es breve, como una flor de verano,
pero en cada pétalo, encuentro tu esencia.
Y aunque el destino nos separe,
mi alma te llevará conmigo, siempre.
Lo intento, te juro que intento
envejecer a tu mismo ritmo.
Gonci