Paco Pena

LA PROA HA PERDIDO LA ESPERANZA

Navego por un mar agonizante
de orillas perdidas en lamentos,
con vientos que parecen estertores
y olas que sólo mecen a los muertos.
Navego con las velas enlutadas,
henchidas de augurios muy funestos,
cadáveres adornan ya sus aguas
arruinadas con pozoñas y desechos.
El horizonte se me antoja inalcanzable,
la sal, un castigo de sedientos
que tapiza las lenguas atrevidas
con grietas que producen mil tormentos.
La proa ha perdido la esperanza,
sólo flotan abandono y desaliento,
el barco se debate a la deriva,
ya no importa la dirección que tome el viento.
El tiempo se ha parado, ya no corre,
la vida se ha fugado entre mis dedos,
navego en un mar agonizado
con olas que sólo mecen a los muertos.