TUGA

Corazón perspicaz

El corazón tiene razones que la razón ignora,
y la razón ignora el tiempo si el corazón es quien llora.
El corazón no comprende lo que la razón le dicta,
porque el tiempo es dictador, y el corazón anarquista.

El corazón que llora a mares, por amor indubitable,
tiene un dolor enquistado, en las fibras de lo afable.
Y el corazón que perdió un latido por amor,
no se cura con el tiempo;  el tiempo trae más dolor.

Al corazón no le importa lo que dicte la razón,
y tiene esperanza intacta de recuperar su amor.
La razón quiere engañarlo con la vida cotidiana,
y el corazón, que es divino, niega la razón humana.