Cuando inclines cansada tu cabeza,
presa de los deseos de la noche,
recordarás en sueños al fantoche
que cubría de encantos tu belleza.
Recordarás momentos que se han ido,
para ya no volver con la alborada,
y sentirás en ti que fuiste amada…
Recordarás que siempre te he querido.
Verás pasar las lunas cual mis ojos,
cargadas de las sombras de los sueños.
Los consuelos serán algo pequeños,
y lo que eran las flores, hoy rastrojos.
Me verás en las sombras del pasado,
tratando de olvidarme al nuevo día,
pero nunca podrás, pues fuiste mía,
como tuyo lo he sido en lo dorado.