Lucy Quaglia

Tarjeta imaginaria

 Esta vez sin olvidarme
de la fecha de mi vida
cuando te entregué tranquila
mi inocencia emancipada 
para siempre enternecida
con la suerte que tenía
de haber encontrado entonces
tu atención y tus caricias, 
hoy no escribí una tarjeta,
donde volcar a mi alma
como normalmente haría
redactando suavemente
palabras encadenadas
entrelazadas en rima. 
Tantas cosas que pasaron
en el año que termina
no me darían el tiempo 
de encontrar algún regalo,
la tarjeta, la sonrisa, 
abrazos acompañados
de expresiones sorprendidas
porque pasamos de pronto
un montón de aventuritas
donde un crucero fue bravo
para aquel que lo camina
con dolores espantosos
para abajo y para arriba,
mientras se duerme mi vista
en la mitad de mi cara
como tuerta sin salida.
 
Muy feliz anivesario
desde el fondo de mi alma
como mujer distraída
que te quiere siempre más
todo el tiempo de mi vida.