Con lágrimas que desinfectan,
y tal como laborioso insecto en noche serena,
sea araña que teje
o amenazado escorpión que aguijonea
y barre su mundo a espaldas de nosotros ignorantes,
así me ocupo de mi porción universal,
de mi regalado corazón
que no me late más que brilla,
ni ama más que siente...
Con las fauces del aterdecer
y así sus mordiscos fosilizados en mi cuello,
de no sangrar me desangran noche a noche;
y así me hallo,
en el hospital de los sanos,
en el embudo del big-bang de habitarte
en pensamiento cíclico,
como corriente alterna
en mi razón de ser.
RBP (7/9/24 - 19:48)