Sr. Martinez

El amor en el laberinto cuántico

En el vasto cosmos donde el vacío danza,  

donde las estrellas parpadean en su añoranza,  

mi corazón voy a convertir en un laboratorio,  

donde la química y el amor trazan su historia.  

 

Eres un átomo en el vasto espacio-tiempo,  

un enlace covalente que me embriaga en su viento,  

como electrones girando en órbitas precisas,  

nuestras almas se encuentran como partículas divisas.  

 

Tu risa, un sonido de vibraciones sutiles,  

resuena en mi ser, rompiendo los perfiles,  

de la rutina gris que todo lo atrapa,  

eres la luz, mi fuente, mi mapa.  

 

Si fuéramos materia oscura, lo confieso,  

en la noche del universo encontraría el exceso,  

de tus miradas que rompen la simetría,  

transformando mi ser con pura energía.  

 

En este experimento de la existencia,  

nuestras almas se funden en la coincidencia,  

como la fusión de estrellas en un claro cielo,  

y el calor de tu amor se convierte en mi anhelo.  

 

Las leyes de la física juegan en esta danza,  

donde el amor trasciende toda la balanza,  

en un viaje de relojes que se dilatan,  

nuestros corazones su ritmo indeclinadamente debatan.  

 

Ven, viajemos en este tren de luz,  

atravesemos agujeros de gusano en su cruz,  

donde los tiempos se entrelazan, se confunden,  

y en cada dimensión, nuestros sueños se hunden.  

 

Eres la constante que da orden al caos,  

mi constante de Planck que se siente en el lazo,  

de tus abrazos que reprograman mi ser,  

en un universo donde solo puedo querer.  

 

Entonces, seremos dos entidades,  

en un entrelazado de infinitas realidades,  

donde cada beso es una reacción química,  

y cada susurro, una hermosa rítmica.  

 

Así, en este laboratorio entrelazado,  

en el rincón del espacio que hemos creado,  

te prometo un amor de ecuaciones perfectas,  

donde la ciencia y el alma encuentran sus rutas correctas.  

 

Atravesemos juntos este mar de posibilidades,  

descubriendo el amor en sus densidades,  

porque en esta vida, aunque todo cambie,  

mi amor por ti siempre será el gran enjambre.