jvnavarro

DIARIO DE VERANO LXVIII (HASTA MAÑANA)

 En las tristes noches mueren las esperanzas. 
Si los amores no se cuidan
hay de todo tantas ganas
que a poco que se abren las bocas
se llenan estas de pan duro
que las muelas machaca.
 
Son locas las noches,
se vuelven desgarradas fieras 
que afilan sus garras,
que enseñan sus dientes,
que miran con todas sus ganas.
 
Se cogen ellas las noches al alma
y vuelan entre cascadas
de sueños inmensos,
¡cuantas batallas en ellas ganadas
sin disparar más tiros que amar 
hasta el alba!
 
Sin más de todo que su negror, 
con la noche ya sereno el ánimo
nos despedimos de quienes fueron 
amigos y amigas que se marchan,
por esos caminos,
que muchas veces no son nada,
pero que cuando por ellos se danza
con la casa acuestas
 es porque el ser humano
desde siempre viene y va,
 juega a todas las cartas.
 
La de saberse querido 
es de las mayores hazañas,
pues de lo otro el olvido
por falta de empatía
 hay tantas llenas estancias,
que a poco que se abre una puerta 
o se recorre una senda
con sus postas y posadas
te encuentras
 con que alguna sombra nos acompaña.
 
El desvivir si se escribe 
con letras claras
ayuda a desayunar migajas de vida
que llenan pero no alimentan para nada
al ser que se cobija bajo sus alas.