Con loco anhelo e irrefrenable pasión
encierro tu frágil cuerpo entre mis brazos,
¡tan cerca están nuestros ardientes pechos
que un mismo fuego abrasa nuestro corazón!
Oh, nuestros alientos se funden
y mil rosas de nuestros labios surgen
mientras creamos nuestro propio Universo
donde gobierna la Luz y el Amor.
¿Quién, como nosotros, ha alcanzado la dicha suprema
y las tinieblas del cruel Tartáro trascendido?
Siento como las Hadas me han bendecido
con etérea música, con los versos del más bello poema,
cuando susurras en mi oído
que la historia de nuestro Amor...¡será eterna!