Te fuiste y te llevaste mi tristeza y a mis amigos imaginarios,a todos.
Fuiste mi princesa, reina y verdugada por mucho tiempo y no deseo verlos.
Te sentí como mi mejor amiga con todo el corazón, pero me lo envenenabas a cada momento.
Un poco más de tiempo y no hubiera quedado nada de mi inmenso amor, quedaron gotas.
Ahora mi amor volvió a crecer, mi corazón ya no tiene veneno y volveré a compartirlo.
Te recuerdo y aunque con dolor, aprendí la lección de cuidar mi mente y corazón.